Eres la veguera más linda y graciosa Que de mi existencia jamás conocí Eres la ilusión que cuál chispa grandiosa De tus ojos negros un día viví Eres mi recuerdo hacia tardes felices Cuando la fragancia del viejo jardín Y entre las praderas de rojos matices Aspiré el aroma de tu alma sutil Linda mariposa; bellos picaflores Tus sobrios colores brillan al pasar Yo te vi libando néctar delicioso Sobre el más hermoso; fragante rosal Yo te vi sonriente bajo el Sol ardiente Cuando en su quimera las aves gorjean Y anhelan soñar para amar Tú fuiste veguera la estrella orgullosa Que dio a mi existencia raudales de luz Hoy triste y marchito, ¡oh virgen dichosa! Soy solo el contraste de tu juventud Conservo el recuerdo de los tiempos idos Admiro el encanto de tu plenitud Y solo en el mundo de paso al olvido Vibrando cuál nota del viejo laúd