Ay, panita mía, guardate la poesía Guardate la alegría pa' ti ¡Ven, dame, dámelo! No pido que todos los días sean de Sol No pido que todos los viernes sean de fiesta Y tampoco te pido que vuelvas rogando perdón Si lloras con dos ojos secos y hablando de ella Ay, amor, me duele tanto Me duele tanto Que te fueras sin decir adónde Ay, amor, fue una tortura perderte Yo sé que no he sido un santo Pero lo puedo arreglar, amor No solo de pan vive el hombre Y no de excusas vivo yo Solo de errores se aprende Y hoy sé que es tuyo mi corazón Mejor te guardas todo eso A otro perro con ese hueso Y nos decimos adiós Esto es otra vez y esto es otra vez Esto es otra vez, esto es otra vez No puedo pedir que el invierno perdone a un rosal No puedo pedir a los olmos que entreguen peras No puedo pedirle lo eterno a un simple mortal Y andar arrojando a los cerdos miles de perlas Ay, amor, me duele tanto Me duele tanto Que no creas más en mis promesas Ay, amor, es una tortura perderte Yo sé que no he sido un santo Pero lo puedo arreglar, amor No solo de pan vive el hombre Y no de excusas vivo yo Solo de errores se aprende Y hoy sé que es tuyo mi corazón Mejor te guardas todo eso A otro perro con ese hueso Y nos decimos adiós ¡Ven, dame, dámelo! No te bajes, no te bajes Oye, negrita, mira, no te rajes De lunes a viernes, tienes mi amor Déjame el sábado a mí, que es mejor Oye, mi negra, no me castigues más Porque allá afuera, sin ti no tengo paz Yo solo soy un hombre arrepentido Soy como el ave que vuelve a su nido Yo sé que no he sido un santo Y es que no estoy hecho de cartón No solo de pan vive el hombre Y no de excusas vivo yo Solo de errores se aprende Y hoy sé que es tuyo mi corazón Ay, ay Ay, ay, ay Ay, todo lo que he hecho por ti Fue una tortura perderte Y me duele tanto que sea así Sigues llorando perdón Yo, yo no voy a llorar hoy por ti