Te vas, te evaporas transparente. Me ves casi nada, disminuyendo. Y es evidente que los dos estamos casi perfectamente mal. No puedo acostumbrarme a olvidarte. No quiero acostumbrarme a olvidarte. Me escondo y luego desaparezco e inevitablemente yo ya sin ti de poco a poco lentamente desvanecer. Te vas, te esfumas como nube blanca. Me ves desierto como mar de arena. Y es evidente que los dos estamos casi perfectamente mal. No puedo acostumbrarme a olvidarte. No quiero acostumbrarme a olvidarte. Me escondo y luego desaparezco e inevadiblemente yo ya sin ti de poco a poco lentamente desvanecer. No puedo acostumbrarme a olvidarte. No quiero acostumbrarme a olvidarte. Me escondo y luego desaparezco e inevitablemente yo ya sin ti de poco a poco lentamente desvanecer.