¿Quién ha visto volar a una paloma? ¿Quién ha visto sonreír a un colibrí? Yo te he visto llorando por las tardes, y te vi cuando cogías un jazmín. ¿Quién recibe en el rostro un sol abierto? ¿Quién distingue una flauta de un violín? El poeta con sus versos y sus libros, sus antenas que le permiten vivir. Un anillo, un pañuelo o una carta pueden ser el final de una canción, pueden ser el comienzo de una historia, pueden ser una noche de pasión. Una imagen se contempla ante un espejo y el espejo es testigo de la acción, cuál será el sentimiento que refleja vanidad, tristeza, rabia o dolor. Simplemente soy testigo de la historia y sensible a lo que ocurre es la canción, estos versos quedarán en un armario o algún día los entonará otra voz.