Ataviado de gala el almirante baja a tierra con séquito real; pendones y escribanos, con talante de levantar el acta notarial: a los reyes de España, en adelante, tocaría esta tierra virginal. Cristóbal Colón: Sin duda hay en estas tierras grandísimas sumas de oro, pues los indios lo traen en el pescuezo, en las orejas, en los brazos y en las piernas; y son anillas muy gruesas, y también piedras y perlas preciosas e infinitas especierías.