No tengas miedo, Emiliana, duerme, duerme, a descansar. Yo te contaré una historia que siempre recordarás. Al comandante Guevara no le pudieron matar. El fuego de su mirada brilla por la eternidad. Al comandante Guevara no lo podrán encerrar, invisible y transparente y como el aire esencial. El comandante Guevara no se cansa de volar. Hoy va convertido en cóndor entre cordillera y mar. El comandante Guevara no para de trabajar. Donde la justicia es ciega ahí lo puedes encontrar. Al comandante Guevara alguien lo escuchó cantar una canción olvidada, yo te la puedo entonar.