Sólo un cantor de medianoche puede cantarle a las estrellas y sólo un pueblo que lucha podrá enderezar su senda. Sólo una loica que canta sus penas de pecho rojo conoce a los cazadores desde lo alto y de reojo. Igual que el sol alumbrará esta patria que comienza, hay que sembrar y cosechar y hacer del trigo un caudal. Sólo el surco del sembra'o sabe cuidar la semilla, así mismo nuestro pueblo sabrá cuidar su conquista. Nunca se lamenta el roble cuando lo van a cortar porque sabe que a su muerte muchos robles nacerán.