Domingo 23 de septiembre El almirante sospecha que el motín ruge en sus filas: cuanto más las naos se alejan también el temor se amplía. ¿Verían tierra jamás o estaban ya condenados a que se los trague el mar sin dejar memoria y rastro? ¿Serán pasto de tarascos, monstruos con horrendo cuerno cuyas fauces ven sus ojos dementes, echando fuego? Sólo el almirante cree en el fin y en su destino: con ensueños diferentes sigue en su mundo perdido.