Brindo, gritó un candidato, cualquier puesto me conviene. en Atacama, en Cauquenes, me presento sin recato. Siete vidas como el gato, a todos mis electores inscritos o desertores. Voten por mí, soy rebueno. Si no les doy chicha y chancho que me maten con veneno. Señores, soy candidato, cualquier cargo me interesa, senador o diputado o presidente de mesa. Le prometo trabajo, pan y porotos, empanadas y chicha. Déme su voto. Ay, déme su voto, ay sí. ¡No a la ley seca! Bajaron los cigarros y la manteca. Ya no tienen recato los candidatos.