(Cueca) Que la mentira no es para mí, no tomo vino ni como ají. No porque me quedé ajuera yo dejé de quererte; no pude encontrar la puerta, vos tenís que creerme. Serían como a las nueve cuando me dio por rezar, estuve esperando al cura hasta que empezó a aclarar. Yo tengo tan mala suerte cuando me quiero acostar me empieza a dar vuelta el mundo, por eso no puedo entrar. No se me enoje, m'hijita si tarde me ve llegar, más vale tarde que nunca decía mi mamita.