Una habanera canto, no sé ni la razón. ¿Será porque estoy triste que se volvió canción? Caminando y cantando encontré mi camino. No me pidan que calle que me muero de frío. Yo no he sido minero, tampoco pescador, sólo entrego a mi pueblo mi guitarra y mi voz. Si me quitan el canto y mi vida rompieran, a la muerte cantara como si vida fuera. Pobre cantor de coplas apenitas si soy, caminando y cantando, por el sendero voy. ¿Dónde estará la estrella que me debe alumbrar para no equivocarme y entregar mi verdad?