La suerte de mi compadre no la quisiera tener: trabajando el año entero y no tiene que comer. Trabaja como maestro, le pagan como oficial, semana de cinco días no le alcanza para el pan. Mi compadre es carpintero, albañil y enfierrador, con tanta sabiduría nunca le ha salido el sol. Cinco bocas que le gritan un hambre de norte a sur, cinco caminos cortados que no encontrarán la luz. Cinco pañuelos quisiera para llorar cinco noches, cinco palabras no sirven para calmar sus dolores.