Yo no sé qué tiene el vino que a veces me hace temblar, con un jarrito que tome me viene por conversar y esperando madrugada recuerdos me hacen llorar. Penas de hombre junto al vino, peligrosa es la juntura. Uno con otro se ayudan a buscar la sepultura. Se le pone ciega el alma no ve ni el sol que lo alumbra. El vino negro que tengo debe tener corazón, porque le gustan los versos con referencia al amor. Si sola se va la vida hay que hacerla acompañar. ¿Dónde habrá mejor amigo que un vino de soledad? No pide ni espera nada, escucha y hace olvidar. Ya me voy quedando solo, ¿qué noche me cubrirá? Mi canto se lleva el viento y el vino se quedará, mareándome el pensamiento el vino se quedará.