El sol le dijo a la luna: "Ya no puedo soportar, siglos que te ando buscando y no te puedo encontrar." Y la luna le responde: "No es su culpa, rey solar, es mi trabajo de noche, no hay tiempo de enamorar." "Pero yo pienso, lunita, ¿no existirá otra razón? ¿estarás queriendo a otro, mientras yo ardo de pasión?" "No es cierto, señor del fuego, su pasión es esencial, nuestro amor es diferente y así debe continuar." El sol se cubrió de nubes, pena y rabia de llorar, ante el frío de la luna puso su amor a brillar.