(A Atahualpa Yupanqui) Taita Atahualpa me lo enseñó: fuerza y silencio ante el dolor. El pecho abierto para el amor, ni una mentira en el corazón. Taita Atahualpa dice que sí a ése que come charqui y ají. Y a aquél que un potro sabe montar y a la guitarra la hace llorar. Cuando no esté su presencia una vidala nos guiará. Taita Atahualpa dirá que no a aquél que mata y cree en Dios. Taita Atahualpa dirá que no al inconsciente y al traidor. Taita Atahualpa, ven a penar al que fue injusto y al criminal. Taita Atahualpa, voy a llorar, déme aguardiente para este mal.