Señores, voy a cantarles el corrido de un caballo Que se llamaba el Califa, color alazán dorado Su dueño, el doctor Anaya, médico muy afamado Jamás perdió una carrera, yo lo guardo en mi recuerdo Como que el penco sabía que allí, en sus patas, llevaba el prestigio de su pueblo De aquel caballo ligero, solo un corrido quedó Porque una noche de Luna, de su corral se salió Muerto cayó en la ladera del rancho donde nació Y cuentan algunas gentes que, el mero día de San Carlos Se oye el relincho de un cuaco y los gritos de un jinete animando su caballo Ah, Califa, aah caballo De allá del rancho de Trejo hasta el cerro de San Carlos Ay, ya, ja-ja Agarren apostadores, ya no volverá el Califa Ya anda por el partidero una potranca bonita Criadero del mismo dueño, viva la sierra chiquita Y cuentan algunas gentes que, el mero día de San Carlos Se oye el relincho de un cuaco y los gritos de un jinete animando a su caballo Ah, Califa, aah caballo De allá del rancho de Trejo hasta el cerro de San Carlos