Esbelta dama blanca Emerges de tinieblas amargas y espesas Oriundas de Astadmiah Donde observas florecer La maldad y el pecado Hermosa Arianka eterna guardiana Presa en el bosque siempre estarás Condenando almas con frialdad Siempre estarás ARIANKA Palidecen tus fulgores Como nubios que atormentan Candente sangre en erupción ¡NO! No estrés, clama y suplica Son tuyas las sepulcrales calles de aquel laberinto donde discurres cual víbora Estrofa IV Oh musa confusa tu llanto refresca Tu infamia distrae