No me cuesta respirar cuando pienso en aquella tarde En la que el mar me hizo pensar que era pequeña y tú gigante Me agobié al despertar, y aún me duele el pecho a veces Cuando pienso en el final y en que nada me pertenece ¿Qué hacemos aquí? ¿En qué creo? Cuesta ser feliz siendo ateo Pero mi escepticidad me castiga sin piedad Dice que no me merezco el cielo Ya crucé el infierno y nada nuevo