Unos ojos llenos de lágrimas Unas manos allí clavadas Un costado ensangrentado Unos pies ya cansados Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Sus ojos brindaron miradas de amor Sus manos acariciaron a los necesitados Sus pies caminaron hacia la verdad Llevando alegría y felicidad Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Hoy te llama el Maestro que ya ha resucitado Él te dice: Ven hoy a mí Que mi sangre fluyendo está por ti Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Era el Hijo de Dios allí clavado Era el Hijo de Dios crucificado Crucificado