Sobre la vasta colina El tibio Sol se derrama Como una lluvia de escamas Que cayera lenta y fina Y allí un fornido paisano Con su china mira el llano Y ante la grande extensión Siente latir su corazón Mientras están juntos los dos Las brisas se van con su rumor Dejando al pasar, del saúco en flor Perfume arrayán y de cedrón Se miran los dos, se abrazan más Y un beso de amor puro se dan Y de envidia el Sol quiere apagar Re la inmensidad su resplandor La colina se agiganta Se llena el aire de trinos Y entre los coposos pinos La tarde hermosa canta Y aquellos enamorados Mudos de gozo han quedado Mientras que sueñan vivir La dulce paz del porvenir