Se murió don Anacleto El marido e la Romualda Pobrecito era tan fiero Que lo velaron de espalda Era el finao tan chiquito Que la viuda a cada rato Iba a buscarlo a la calle Pues se lo llevaba el gato Murió como un pajarito Se lamentaba un pariente Mirándolo al finadito Con la cara muy doliente Y un borracho al escucharlo Le comento al Bonifacio Para mi que a este petizo Lo bajaron de un ondazo Y a eso de la medianoche Llegó don Miranda con los musiqueros Y al pobre difunto con cajón y todo Pronto lo metieron dentro del ropero Y ahí nomás se armó el bailongo Movieron las tabas hasta la mañana Hubo guitarreada y un gran batifondo Pero al finadito nadie molestó Un mamao entró en el rancho Para ver lo qué pasaba Y al ver tanto movimiento Pensó que estaban de farra Y al ver las velas prendidas Quiso meter las narices Y soplándolas gritaba Que los cumplas muy felices A eso de la medianoche Llegó don Miranda con los musiqueros Y al pobre difunto con cajón y todo Pronto lo metieron dentro del ropero Y ahí nomás se armó el bailongo Movieron las tabas hasta la mañana Hubo guitarreada y un gran batifondo Pero al finadito nadie molestó