Son muchas luchas que pasa un hijo de Dios A veces mira, y no hay nadie a su alrededor Va confiando solo en aquel que lo llamó Va prosiguiendo, siempre esperando en el Señor Las duras pruebas lo hacen entristecer Pero no para, sigue avanzando sin desmayar Él sabe bien que con su Dios no va a perder Todas las metas que se propone va a alcanzar El precio de un llamado se paga con llanto Con el corazón angustiado y el alma en quebranto Por eso llegar hasta aquí te ha costado tanto Hijo mío, no desanimes, sigue avanzando Lágrimas corren por su rostro al caminar Lágrimas tibias que los espinos causaron ya Con la esperanza que cuando llegue va a descansar Y su trabajo el galardón recibirá