Él era un hombre serio y formal Él era un hombre serio y formal Cree en un Dios que le hace trabajar Y a una mujer y a un hijo respetar Y por las noches ven televisión Los fines de semana salen de excursión Llega cansado de tanto trabajar La puerta de su piso destrozada encontró Llamó a su hijo, nadie le contestó Llamó a su mujer con desesperación Y en el piso ni una voz Y aquel silencio era aterrador En el suelo rastros de sangre encontró En el suelo rastros de sangre encontró Más allá las ropas de su mujer halló No pudo más, no lo resistió, qué ocurrió Y en el lavabo entró, su cara se quedó Petrificada y llena de terror En el lavabo sabes lo que se encontró En el lavabo sabes lo que se encontró Una cabeza, la de su mujer Unos bracitos, unas piernas y unos pies Qué desesperación, qué desesperación Para aquel hombre todo se terminó