Hoy estoy en tu mesa, mañana vas a ver, no estare más. Ya no pierdo la calma, ya no hay frío, no hay dolor, no hay nada más. Ya no guarden mi lugar, esa silla en aquel bar, se va a enfriar, pueden servir un vaso, para el santo y para mí, me va a gustar. Y ahora estoy aquí, y ya me voy, y yo te digo mi hermano, para que te acuerdes de mí, un vaso en alto, y adios. Un trago para mi amigo, que ha vuelto a casa otra vez, un trago para mi amigo, ya nos veremos allá. Les dejo una promesa, cuando les toque partir, yo estaré ahí, y dejen llena una botella, que nos vamos a encontrar allá. Y ahora estoy aquí, y ya me voy, y yo te digo mi hermano, para que te acuerdes de mí, un vaso en alto, y adios. Un trago para mi amigo, que ha vuelto a casa otra vez, un trago para mi amigo, ya nos veremos allá.