La historia de Juan comienza con el Sol en los trigales En praderas amarillas, correteando entre rosales Creció viendo los potreros, entre huertas y animales Y junto a su padre arriero intentó sembrar maizales Fueron dieciséis hermanos más el pan nunca faltaba De cortos salió del pueblo en busca de otra alborada Galán en sus años mozos, sin nunca dejar de serlo Trabajando sin reposo logró todo con su esfuerzo Y en lugar de arar la tierra sembró todo en su familia A través de su existencia ha sido fruto y semilla El me lo ha enseñado todo, es mi fuerza y mi sustento De él aprendí cuanto vale ser por siempre un hombre honesto Hoy es mi mejor amigo, él conoce mis secretos Consejero, confidente, inspirador de mis versos Luchador de mil jornadas, roble de todos los tiempos Que aún con sus años viejos le da vigor a mi cuerpo La vida hoy ve con nostalgia al advertir que la magia De su fuerza no es eterna y que el tiempo no regresa No hay lugar para tristeza, solo queda la alegría De haber cumplido sin tacha con el deber de la vida Al pasar leve mi mano sobre sus blancos cabellos Solo doy gracias al cielo por la vida de mi viejo Juan, Juan tu historia jamás termina