Conté los lunares de tu espalda en la penumbra Sabiendo que al día siguiente todo se derrumba La luz estaba baja, tímida, cobarde Y yo te amaba fuerte, para que fuera tarde Para el fin Para el momento en que ya no estés aquí Nos hicimos la promesa silenciosa de no hablar De evitar el tema, de no preguntar Queríamos congelar el momento, en un acto de fe Para que el adiós no tuviera dónde caer Y el silencio se hizo denso, pesado Fue la última noche que tu piel fue mi casa La última dosis de ti que mi alma traspasa Besé tu cuello lento, sabiendo la verdad Que este recuerdo me va a matar de soledad Fuimos dos fantasmas que se abrazan al fin Sabiendo que mañana no existirá el después Guardé el olor de tu camisa en mi memoria Para tener algo que quemar en esta hoguera, esta historia Y la ciudad afuera seguía su rutina Mientras nosotros moríamos en la penumbra asesina Tus dedos en mi pelo eran un ancla rota Y yo fingía no sentir la última gota ¡Si pudiera, volvería a esa hora exacta! A contar los lunares, a romper el acta Dame solo un segundo más de tu boca en la mía Para que la tristeza me duela menos al día ¡Al día que no estás! Fue la última noche que tu piel fue mi casa La última dosis de ti que mi alma traspasa Besé tu cuello lento, sabiendo la verdad Que este recuerdo me va a matar de soledad Fuimos dos fantasmas que se abrazan al fin Sabiendo que mañana No existirá el después La última noche El último error Y ahora, solo queda el eco De tu último adiós