La última que encarna mi sueño de poeta Divulgo por la brisa, mujer de mi ilusión Ya que de ti me aparto hacia la senda opuesta Llevar quiero en mis ojos tu angélica visión Maldigo el destino que me trazó esta huella En horas mal venidas para quererte a ti Porque ya murieron mis ambiciones bellas Y huérfano me quedo porque tu amor perdí El árbol solitario en la sombría llanura Proclama tus caricias con lúgubre ansiedad Sintiendo mis desgracias y horrendas amarguras Conmigo junto llora la triste soledad Los lirios de los campos, las rosas y claveles Hoy todos en despojos lamentan mi placer La sombra del olvido en su andar rebelde Me lleva los recuerdos de un feliz ayer Yo sé que me abandona la luz de tu mirada Bien sé que me ajenan tus labios de coral Pero yo aún te sueño reinita idolatrada Bendigo tu impureza leyendo tu postal No importa si las aves se burlan en sus cantares No importa si con saña me hundan el corazón Bien sé que tu inclemencia aumenta mis pesares En el sombrío calvario de la desilusión ¿Por qué siempre te amo y te seguiré amando Con la pasión más pura sin desviar jamás? ¿Por qué te adoro tanto… Y el olvido cuándo? En vez de yo odiarte, te quiero mucho más ¡Adiós, Matilde amada, mi hermosa violeta! ¡Adiós, que ya no puedo ganar tu corazón! Por eso aquí te rezo en aras de poeta Las horas que me inspira tu gélida pasión