Aunque me veas llorando puedo respirar Lavar esas cortinas grises de mi estar Contar del uno al cien y hacer de pronto que no sé Cómo es que el viento me descubre a tientas el corazón Después de mil tropiezos puedo caminar Y hacer a un lado el velo que nubla mi mirar Con el amanecer llenar con tintes la razón Pedir al tiempo un vuelo hacia los sueños sin adiós Puedo contar muy bien los pasos De algún recuerdo en mi portal Donde, a veces dejé en el viento, parte de mi cantar Volver a solas con las sombras Después de visitar al mar O dormir con el silencio y con mil sueños despertar Puedo admirar aquel ocaso O con la luna trasnochar Aunque siempre, al fin del día, tenga qué llorar Saber que sigo ilusionado De tus palabras, de tu edad De tu sonrisa y de tu sombra en el portal