Se ausentan los duendes de la risa, nuestra risa Y ves, que los que ven, gloria en el odio fraternizan El templo de la reina abre sus puertas, sin rituales Para aliviar las penas bohemias tan dañinas No, señor, el cielo ya no es lo que era, en su tiempo Cree usted señor, que con unos pocos tragos, uno olvida Vos profesás robando el tesoro, de la reina Y también de su patria en barricada de viejas luchas Si no decidís quién sos Alguien lo hará por vos En tus sueños Y en tu vigilia Y esas almas ya sin paz Llenas de mezquindad Ya sin brillo De luz perpetua Fuerza natural sin moralidad detiene este viaje, Largo viaje No regresaré jamás aquí con mi nombre Y es donde se pone, interesante Y piden que, con mi voz, yo confirme, lo que quieren Me llamas, me gritas, y me da miedo mi valentía