Mi pueblo, el tuyo y el pueblo aquel Son solo uno, no dejan de crecer No quedan huertos para follar Solo la frialdad de algún solar Mi pueblo, el tuyo y el pueblo aquel Son solo uno, no dejan de crecer Pobres los niños que crecerán Sin ver un nido en un zarzal Y encerrados en su cuarto aprenderán Lo que dejan sus mayores nada más Y su tierra anciana, que tanto ha sufrido Llora resignada por su último hijo No le queda nada, no le queda nada