Cuando una mañana me haya ido, no tendrás mío ni un recuerdo, sólo un hueco en la almohada, donde meter tu olvido. Nadarás en nombres, y pasarás sobre el mío, como quién anda un camino, tantas veces recorrido. Sueña lejos de la tristeza, sueña lejos del dolor, como si no hubiera ocurrido, y aún tuvieras intacto el corazón. Cuando una mañana me haya ido, ni siquiera pronuncies mi nombre, porque yo nunca estuve aquí, y tu jamás me conociste, nadie que amaste te causó dolor, y ningún hombre te amó demasiado, nadie te alejó del mundo, para tenerte a su lado. Sueña lejos de la tristeza, sueña lejos del dolor, como si no hubiera ocurrido, y aún tuvieras intacto el corazón. Sueña lejos de la tristeza, sueña lejos del dolor, como si no hubiera ocurrido, y aún tuvieras intacto el corazón. Cuando una mañana me haya ido, no me digas adiós.