El jardín conventual Me recuerda el ayer Su bello surtidor Me ha llenado de esplín La fuente que hay en él Testigo es de mi afán Por convencer a mi querer Candorosa y mística beldad Como busca la luz Toda verdad aunque la agobien He de vivir límpidamente Arrebolado en sus fulgores Para decirle al mundo Que la amé con toda el alma Que fue puro nuestro idilio La adoré con loca ensoñación Así fueron las horas que Inspirándome en su imagen He vivido obsesionado Al calor de sus miradas Hoy que ellos no me quieren Ni me brindan sus favores El vivir es un martirio Cansado me siento En esta lid de amor