Dos minutos para conocerla Dos minutos nomás Para perderla La vida caprichosa La puso frente a mí Y un mundo de ternuras Al verla presentí No puede ser afecto No puede ser pasión No puede ser cariño Ni ser tampoco amor Fue solo contemplarla Sentir una emoción Y el ritmo acelerado Que daba el corazón Dos minutos Tal vez, los más hermosos Que, en mi vida, tuviera de ilusión Dos minutos De un sueño venturoso Me llenaron De cálida emoción Dispuesto a convencerla Con gran resolución Le hablé de esta manera Mi alegre corazón