Éra mi fiel compañera La flor más linda de la ribera Por su hermosura incomparable Se la llamaba la perla del Señor Era la estrella querida Brújula santa de nuestra vida Pero una noche El mar celoso de este amor Grabando sin piedad, se la llevó Navega mi velero Que en el gemir del viento Escucho su lamento Como diciendo adiós Y si es que a la deriva Nos lleva el mar bravio Será velero mío Mejor para los dos