Evocando los tiempos aquellos Esos días que no olvidaré Hoy recuerdo la dulce mañana Que juraste ése eterno querer Te esperé al salir de la Iglesia De mis sueños y mí amor te hablé Y en un árbol que hay en la plaza Amoroso tu nombre grabé Vos grabaste mi nombre también Y glosamos así el corazón Donde esté Cristo Luna eterna será fiel Esa es la prueba Que declara tu traición Sin embargo yo te perdoné Porque no he conocido el rencor Y ansiosamente con los años esperé De que te hablara la voz del corazón