Cabecita rubia Soñadora y exquisita Que una noche de lluvia Inesperada cita Brindó a mi corazón Cordial desconocida Relámpago de gloria Su rostro en mi memoria Es hoy, llama encendida De íntima emoción Pasó junto a mi vida Lo mismo que una sombra Llegada en la alta noche Huyó al amanecer Y desde aquella noche Mi corazón la nombra Mis labios la reclaman Sedientos de un querer No hallé ninguna boca Tan tibia ni más roja De aquella boca suya Maestra en el besar Atado a su recuerdo Me duele esta congoja De no saber quién era Ni de volverla hallar