Sus ojos se cerraron Y el mundo sigue andando Su boca que era mía Ya no me besa más Se apagaron los ecos De su reír sonoro Y es cruel este silencio Que me hace tanto mal Fue mía la piadosa Dulzura de sus manos Que dieron a mis penas Caricias de bondad Y ahora que la evoco Hundido en mi quebranto Las lágrimas trenzadas Se niegan a brotar Y no tengo el consuelo De poder llorar ¡Por qué tus alas, tan cruel Quemó la vida! ¡Por qué está mueca Siniestra de la suerte! Quise abrigarla Y más pudo la muerte Como me duele Y ahonda mi herida Yo sé que ahora vendrán Caras extrañas Con su limosna de alivio A mi tormento Todo es mentira Mentira ese lamento Hoy está solo Mi corazón