Triste domingo Con cien flores blancas He ornado el altar De mi loca ilusión Donde mi alma Se ha ido a postrar Mientras mi boca Llamándote está Mueren mis sueños Opacos de hastío Cansados de penas Y de soledad Triste domingo Tú no comprendes La angustia terrible De estar esperando Sin verte llegar Vuelen tus pasos Que debo marchar No ves que muero Con mi loco afán Quiero que seas La blanca y piadosa mortaja Que cubra mi hora final Triste destino