A veces me sorprendo pensando Cosas que no sembré en mi jardín Palabras que brotan solas Como si el viento pensara por mí No soy yo el que enciende la lámpara Ni el que susurra la canción Es como si en lo hondo de mi pecho Hablara alguien más Con mi voz Vi un pez que nadaba en el cielo Y me dijo sin hablar La mente no es solo tuya Es un río que viene del mar Y entendí que hay memorias dormidas Que no nacen de mi vivir Sino de un pozo sin nombre Que se esconde dentro de mí Debe ser mi yo más secreto El que conversa con Dios El hilo de plata en mi mente Tocando la luz del creador No soy el que siempre decide Ni el que dicta el guion A veces soy solo el oyente De una voz mayor que yo Hay un sabio en la sombra del alma Que escribe con tinta ancestral Pone sueños donde hay silencios Y canta lo que no puedo explicar Lo escucho entre pensamientos suaves Cuando dejo de controlar Y me guía como un peregrino Que recuerda el camino al hogar Debe ser mi yo interior Ese que no teme al amor Que habla en lenguas sin palabras Y se entiende con el Sol Un eco que sube al cielo Y baja con revelación Una chispa del infinito Que habita mi corazón Y si alguna vez pensás algo Que no sabes de dónde salió Tal vez no seas vos Sino ese viejo interior Que se conecta en silencio Con la mente de Dios No soy yo el que siempre piensa No soy dueño del todo en mí Soy el nudo en una cuerda eterna Soy el eco De lo que no tiene fin