Hubo un tiempo en que el lienzo dormía Cubierto de espera, cubierto de ayer El blanco tenía grietas antiguas Como páginas que no sabían qué leer Y llegó tu aroma como un presagio Una chispa sobre el papel Tu tacto borró el calendario Y empezó a escribirse el después No dijiste nada, pero hablaban tus huellas La noche tembló, y se volvió estrella Y en tu pecho tibio, el mundo se rindió Latidos dibujando lo que el alma entendió Mañanas nacen entre rayos callados Y abrazos que guardan secretos dorados No fue un sueño ni un ritual Fue la calma rompiendo el cristal El eco de tus pasos se quedó en la alfombra Como promesa que no quiso partir Y las cortinas susurran tu forma Como si el viento supiera escribir Hay cenizas que no queman los dedos Pero arden, si aprendes a sentir Lo que hicimos no tiene nombre Pero se repite, sin repetir Y sin testigos, la noche habló Con tu silencio y mi respiración Y en tu pecho tibio, el mundo se rindió Latidos dibujando lo que el alma entendió Mañanas nacen entre rayos callados Y abrazos que guardan secretos dorados No fue un sueño ni un ritual Fue la calma rompiendo el cristal Hay lugares donde el Sol no entra Pero florecen igual Y en tu pecho tibio, el mundo se rindió Como un rezo que nadie rezó Las sábanas guardan huellas sagradas Que no se ven, pero arman la casa Y aunque no lo diga tu voz Ahí entendí lo que era el amor