No son un trofeo, no son posesión No son sombra de tu voz, ni un reflejo en tu control Son almas pequeñas buscando verdad Con derecho a vivir sin miedo, sin maldad Crecer no es un juego de orgullo y poder No se enseña con gritos, con miedo a caer Hay caminos más sabios, hay manos de paz Pero algunos olvidan y quieren mandar Déjalos crecer, déjalos sentir Que el amor los guíe, no tu frenesí No es la prepotencia la que enseña a amar Es el alma anciana que sabe escuchar Los años enseñan lo que el tiempo calló Pero hay quienes cierran su mente y su voz No miran al sabio, no quieren oír Y en su propio orgullo los dejan sufrir No impongas cadenas a un niño al nacer No obligues su risa, ni enseñes a temer Que el amor construye, pero el miedo no Y una infancia rota deja un corazón Déjalos crecer, déjalos sentir Que el amor los guíe, no tu frenesí Porque el tiempo pasa y un día verás Que el amor sincero es lo que quedará