Tenía aquella casa no sé qué suave encanto En la belleza humilde del patio colonial Cubierto en el verano por el florido manto Que hilaban las glicinas, la parra y el rosal ¡Si me parece verte! La pollerita corta Sobre un banco empinadas las puntas de tus pies Los bucles despeinados y contemplando Absorta los títeres que hablaban, inglés, ruso y francés -¡Arriba, doña Rosa!... ¡Don Pánfilo, ligero! Y Aquel titiritero de voz aguardentosa nos daba la función Tus ojos se extasiaban: Aquellas marionetas Saltaban y bailaban prendiendo en tu alma inquieta la cálida emoción Los años de la infancia risueña ya pasaron Camino del olvido, los títeres también Piropos y promesas tu oído acariciaron Te fuiste de tu casa, no se supo con quién Allá entre bastidores, ridículo y mezquino Claudica el decorado sencillo de tu hogar Y Vos, en el proscenio de un frívolo destino ¡Sos frágil marioneta que baila sin cesar! -¡Arriba, doña Rosa!... ¡Don Pánfilo, ligero! Y Aquel titiritero de voz aguardentosa nos daba la función Tus ojos se extasiaban: Aquellas marionetas saltaban y bailaban Prendiendo en tu alma inquieta la cálida emoción