Respirando el gas, aire de la Nacional Donde asesinaron a Óscar y a Carlos Donde tantas veces, cubierto de valentía O en la miserable y espuria cobardía Vi las venas de los corazones palpitando Entregados al sueño o al espanto Y volví a pensar, como siempre y una vez más ¿Sobre qué muerto estoy yo vivo? Pero, ¿fue la bruma blanca del bastardo O la noche negra en la que vivo? La del ansia, la de las memorias Que se pierden en los extremos De esta gran ciudad cubierta de decepciones De deseos rotos que mueren en la yerma ¿La que me trajo ese sentimiento? Que lo abarca todo, que consume mis días Que agoniza a gritos como La séptima calle de esta ciudad Donde las astillas lloraron en el parque nacional Donde la mano afligida de la muerte acariciaba noveles sueños un primero de mayo La muerte tiene en el amor una ventana Y nos asomamos a ella al crujir de las balas Y la lengua infame de los traidores Vándalos dice, pero fuego somos Nos agarramos al tiempo Que tiene sangre por clavijas Que por números tiene piedras Desvanecemos en él Las 24 horas O 43 días en estado de coma Y la esperanza que parece muerta En la 19 con 4ta Florece en los buenos momentos De las luchas que dimos y que vendrán Tal vez juntos o ausentes, pero, al final, unidos La muerte tiene en el amor una ventana Y nos asomamos a ella al crujir de las balas Y la lengua infame de los traidores Vándalos dice, pero fuego somos