¿Pero que estamos haciendo? En este mundo ¡Redios! Se nos está ennegreciendo el rojo del corazón. ¿Pero que estamos haciendo? En este mundo ¡Redios! Se nos está ennegreciendo el rojo del corazón. Ni Ruanda ni Burundi ni Nigeria ni el Sudán, sólo llenamos con armas todos los cestos del pan. La alegría es la bendición dicen los cansos de orar, que nos lo cuenten los niños reventados de currar. Me cago en los bienpensantes que nos impiden chillar, denunciar a quien reprime los gritos de libertad. Los residuos nucleares nos quieren hacer tragar, mientras la gente se enferma los arrojan al mar. Genocidio ya no existe nos dice ahora un fiscal. Lo buscó en su diccionario y no lo supo encontrar. Que ya no existen los locos la utopía no perdura sólo existe el "si Bwana" ¡A eso lo llaman locura! Vienen los seriffs del mundo y disparan sus embargos, colocan en el tablero el azul de sus soldados. Lógica más aplastante, argumento más pesado, a la fuerza comerás si obedeces su mandato. No quisiera ser un buitre ni me gusta ser pelotas, aunque a veces me lo trague con cara de gilipollas. Engañan con su progreso, ¡Riqueza y prosperidad! ¡Nuevo látigo negrero! Qué sostiene su mentira. La verdad no es absoluta ni tampoco es inmutable, ella siempre será cruda, no es patrimonio de nadie. Si por levanta la voz nos tachan de radicales... ¡Qué se tapen los oídos! ¡Volveremos a gritarles!