He recorrido inhóspitos caminos Bajo nubes de piedra y cielos rotos He visto en jardines como cárceles Morir a los locos He visto en los umbrales de la tarde A los enamorados temerosos Abrazarse entre mundos de penumbra El uno contra el otro He andado en las calles solitarias Y he buscado el amor en otros ojos He acariciado imágenes vacías En fríos dormitorios En las rojas buhardillas de la noche En un lecho profundo como un foso He amado blandos cuerpos de mujer Desnudos y sin rostro He despertado en playas azuladas Y en los brazos tibios y amorosos De una muchacha mil veces soñada Etérea como un soplo He muerto en los crepúsculos helados Bajo árboles inmóviles y rojos Y mi cuerpo ha vagado por los bosques En busca de una retorno