Pimpollito de azucena que perfuma mis cantares Tu fragancia sensitiva trae paz al corazón Y por eso los colibríes dejarán siempre sus lares Por libar la miel sabrosa de tu capullo en flor Y las miles mariposas de los múltiples colores Dejarán otros jardines y hasta el más rico rosal Porque eres más vistosa que las otras bellas flores Que engalanan a natura, azucena de mi lar Y avecillas melodiosas dejarán frondosas selvas Por gustar de tu fragancia, tierna esencia sin igual Y ante ti nadie podrá, ni tupidas madreselvas Ni los lirios, ni claveles, ni la rosa virginal Y yo, el débil ruiseñor que admiro tu hermosura Te ofrendo lo que puedo, mi más tierno cantar Porque quiero que tú sepas, bella flor, ¡Qué galanura! Que eres reina de las flores, azucena de mi lar