Mientras un carlitos se prende al video del perro olfateando su orina O sube pulgares al pibe prodigio jugando en el agua a la lluvia En donde la suerte derrama sortijas atracan la vida de furcios Los dignos de amores que escupen de arriba Para el otro lado Mientras los controles remotos sentencian la muerte Y la boca del beso se aleja en rumores de vidrio Se pinchan piñatas sin chinches, se atienden pasiones con turno Y lo que no importa que caiga total la oficina de asuntos corrientes No tiene salida a la calle ¿Y cuándo fue eso que poco era mucho y mucho era lejos? ¿Será en el consejo que nadie argumenta y que a pocos les falta? Ahí donde esperan chingados los ojos que agrieto en el llanto Completos de voces quebradas que dicen ¡Llenemos los vasos! Las voces del Tío, el tano que apura su décimo corte pelela Aquellas de Amanda y su silla esperando que pasen señoras veredas Las que me ofrecía en la vieja heladera cubierta de frascos, Cesario Y las del negrito que en un entredicho dejo los botines afuera Manchados de sangre y de barro Aquí yo me borro perdido en el viento que da por los techos del barrio Aquel de domingos comiendo sandía tirando semillas al pasto Y dándole al loro borracho su charla doblada por ásperas risas Juntando las mesas de obrero y buseca Tapadas de codos Al viento se escuchan los bombos lejanos de corsos vecinos que ofrecen Los días que siguen, canciones bordadas al hilo de fuertes cordajes Los próximos nidos con los carnavales llenando canillas de baldes Gritando en el polvo los goles de un sueño de pibe Mirando a los viejos, pidiéndoles cerca, diciéndoles nada Que no se haga tarde Como fue cuando se fue Como fue cuando se fue Como fue cuando se fue Volverá