Esquivando a los días felices Me dijiste: No te olvides jamás Que la culpa de hacernos el daño La tuvimos los dos por igual Y esa culpa no se puso marchita Ni se quiso ir de mí nunca más Hoy te veo en los ojos cansados Del tiempo pasado que astilla en mi mal No soy yo -tal vez- el mejor dueño Del deseo que te hizo cambiar Hoy me juzgo sin juez ni calendario Y encuentro culpable a mi soledad Fuiste buena y yo fui paciente Sabré quererte aunque me has traicionao Con que la culpa fue tuya, fue mía Hoy dormís tranquila y yo sigo amargao Contagiado por la densa nostalgia Y bebiendo lo que ya no debía En la mesa justo enfrente a mi vida Sentada reías, de mi te reías En la copa guarde tu murmullo Y a la vista reservo la escena No quisiera que -burlándote- digas Que entretenidas que fueron tus penas