Ríu, ríu, chíu, la guarda ribera: Dios guardó del lobo a nuestra cordera. El lobo rabioso la quiso morder, mas Dios poderoso la supo defender; quisola hacer que no pudiese pecar, ni aun original esta Virgen no tuviera. Este que es nacido es el gran monarca, Cristo patriarca de carne vestido; hanos redimido con se hacer chiquito aunque era infinito, finito se hiciera. Muchas profecías lo han profetizado, y aun en nuestros días lo hemos alcanzado. A Dios humanado vemos en el suelo, y al hombre en el cielo porque El le quisiera. Yo vi mil garzones que andaban cantando, por aquí volando haciendo mil sones, diciendo a gascones: "Gloria sea en el cielo y paz en el suelo, pues Jesús naciera".