Yo fui el primero que robo a tus labios La primera caricia enamorada Y de tus ojos la primera mirada Y de tu pecho un suspiro virginal Sé que a otro hombre Tu amor le has entregado Que le amas con el más puro cariño Ámale, pues en su vida y en su nombre Que ya no queda, nada nada entre tú y yo Aquí te mando tus marchitos nardos Tu retrato y las caricias que me diste Pero las cartas que en un tiempo me escribiste Jamás mi vida a tus manos volverán